miércoles, diciembre 05, 2012

Este jueves, La Hora del Cuento: “Billy y el vestido rosa”


La Biblioteca Pública de la Casa de la Cultura en Cancún, invita a los niños de 6 a 13 años de edad para asistir a La Hora del Cuento el jueves 6 de diciembre a las 12 del día  con la lectura “Billy y el vestido rosa”, de la autoría de Anne Fine de editorial alfaguara.
Como es costumbre la bibliotecaria señora María Isabel Flota Medrano nos adelanta: “Empieza un día horrible.
Cuando Billy Simón se despertó el lunes por la mañana, descubrió que se había convertido en una niña.
Estaba todavía delante del espejo mirándose, asombrado, cuando entró su madre como un torbellino.
_ ¿Por qué no te pones este vestido rosa tan mono? _preguntó.
_ ¡No llevo nunca vestidos ¡ _ exclamó Billy indignado.
_Ya lo sé _dijo su madre_ .Es una verdadera lástima.
Ante el asombro de Billy, y antes de que tuviera  tiempo de protestar, le había metido el vestido por la cabeza y subido el cierre del costado.
_Abróchate tú los botoncitos de nácar _le dijo_. Son un poco latosos y a mí ya se me está haciendo tarde para ir a trabajar.
Y salió con la misma rapidez con la que había entrado, dejándole desconsolado delante del espejo, en el que se reflejaba una niña con su mismo pelo rizado color zanahoria y un vestido rosa con frunces y botoncitos de nácar, que le miraba con la misma cara de desconsuelo.
_No puede ser  _se dijo Billy_.!No puede ser ¡
Salió de su cuarto justo cuando pasaba su padre a la carrera. También se le había hecho tarde para el trabajo, pero se inclinó y le plantó un beso en la mejilla.
_Adiós, cielo  _dijo, revolviéndole los rizos_. Hoy vas más elegante que nunca. Pocas veces te vemos con un vestido, ¿no es cierto?
Bajó corriendo las escaleras y salió de la casa tan deprisa que no pudo ver la cara de Billy ni oír lo que mascullaba.
Bella, la gata, no pareció notar ninguna diferencia .Exactamente igual que siempre, ronroneando, restregó contra sus tobillos su cuerpo suave y peludo.
A continuación, Billy se puso a desayunar sus cereales con leche como de costumbre, convencido de que todo aquello era inevitable. Luego salió de casa a la misma hora de todos los días. No tenía otra alternativa. A pesar de que todo era muy raro, las cosas sucedían con total normalidad, como en un sueño.
¡O a lo mejor era una pesadilla ¡ Porque en la esquina estaba la pandilla de los chicos del colegio rival. Entre ellos, Billy pudo recocer a uno al que llamaba Manu Matón, con su chamarra de cuero negro claveteada.
“Me parece que voy a ir por el camino largo, dando un rodeo –pensó Billy _. No quiero involúcrame en una estúpida pelea con ellos como la semana pasada, que me dieron patadas en los tobillos y me hicieron polvo”.
Justo entonces, Billy oyó el silbido más agudo que pudiera imaginarse. Se volvió para ver de dónde venía semejante sonido y entonces se dio cuenta de algo horrible: ¡el silbido de Manu iba dirigido a él!
Billy se puso tan colorado que sus pecas desaparecieron. Se sintió…”.
¿Les gustaría saber que pasará?, asistan y comparte La Hora del Cuento en la Biblioteca Pública de la Casa de la Cultura en Cancún y descubre que guarda esta historia.
La entrada es libre.
Secretaría de Cultura/Casa de la Cultura de Cancún/Boletín de Prensa 6 diciembre 2012

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